Hace menos de un mes, fueron el mayor atractivo de la Gran Fiesta de la Independencia cuando cantaron sus temas más esperados en el escenario de la escalinata de la Casa de Gobierno ante una multitud que los coreaba. Y esa experiencia la viven repetidamente en cada uno de sus shows, sea en el país o en el exterior. Es que Los Palmeras hace ya mucho tiempo que rompieron las fronteras con su propuesta de cumbia santafesina que expresa la necesidad de pasar un buen rato, con diversión, entretenimiento y ritmo que desafía caderas.
Esta noche regresarán a Tucumán, pero en un entorno absolutamente distinto, aunque sea a poquísimos metros de su última visita: la banda completa estará en un colmado el teatro Mercedes Sosa (San Martín 479, un territorio ya conocido exitosamente por el grupo en anteriores viajes y al que ahora regresan con Deleo Producciones), para ofrecer lo mejor de su repertorio en un contexto cercano y bajo techo. Hasta las butacas bailarán con “El bombón asesino”, “Lo que quiere la Chola”, “El Sabalero”, “Psicótico por la Albiceleste” y “El parrandero”, junto con otras composiciones no tan escuchadas pero sí celebradas.
“Son cosas muy distintas actuar al aire libre que hacerlo en una sala. En el primer caso, implica disfrutar más del público; mientras que en un teatro es el público el que disfruta más de nosotros. Es un show más íntimo, que nos permite desarrollar como grupo un repertorio más tranquilo, lograr más contacto con la gente porque los podemos tener más cerca e interactuar mucho más que en la calle”, le reconoce a LA GACETA el acordeonista de la banda Marcos Máximo Camino, cofundador y líder de la formación junto a Cacho Deicas. Esa dualidad de experiencias la vivenciarán nuevamente mañana, cuando se presenten en la décima edición de la Fiesta Nacional de Locro en Concepción.
- ¿Hay un repertorio distinto entre un show callejero y otro en un teatro?
- Obviamente nunca hay que olvidar que el espectáculo lo hace el público y que no es lo mismo estar cómodamente sentado disfrutando del show que parado con mucha gente saltando alrededor. Nuestro repertorio es muy amplio y nos adaptamos al gusto de los espectadores. Obviamente, en la función de esta noche en el Mercedes Sosa no faltarán los clásicos de siempre: nosotros también fuimos público alguna vez y en cada recital queríamos escuchar todos los éxitos de nuestros artistas preferidos. Lo bueno de actuar en un teatro es que todo se hace más relajado, sin tanta prisa, y de ese modo la entrega es total.
- ¿Cómo fue el trabajo de construir su identidad musical, que se reconoce incluso internacionalmente?
- Lo primero a destacar es que el mérito de haber conseguido una identidad distintiva es del grupo, que jamás abandonó sus principios. Y si tenemos que buscar quiénes fueron nuestros “padres”, debo mencionar al Cuarteto Imperial. Estamos muy felices y sorprendidos a la vez por este fenómeno, que nos permitió incluso viajar al Viejo Mundo.
- ¿Son de hacer balances?
- Por supuesto, lo hacemos cada año y el resultado reciente ha sido más que satisfactorio, por eso es que agradecemos a Dios y a nuestros seguidores.
- Han recibido críticas por actuar en actos políticos oficiales, las que se repitieron en su reciente visita a Tucumán...
- Nosotros somos profesionales de la música, nuestros más de 51 años con el espectáculo nos avalan y como muchos otros tenemos nuestro juramento hipocrático. Trabajamos adonde nos llaman, sin discriminar entre clases sociales, políticas ni religiosas. Además, ¿quién puede, hoy por hoy, desperdiciar un trabajo?
- ¿Cómo evalúan el momento cultural actual que se vive en la Argentina?
- Para nosotros, la cultura de un país va mutando con el tiempo, es el paradigma incuestionable de una forma de vivir y de sentir. Somos lo que somos porque vivimos lo que vivimos. Por lo tanto, nada nos gusta demasiado, ni todo nos desagrada.
Los Palmeras coronaron la fiesta en la plaza Independencia- ¿La música popular tiene barreras?
- Particularmente, desde Los Palmeras creemos que la música popular no tiene barreras siempre que se la interprete con respeto y amor al público. La gente necesita melodías y letras que le permita disfrutar, alegrarse o recordar momentos que les fueron gratos al corazón.
- ¿Qué les queda por hacer, cuál es el próximo proyecto en carpeta?
- Siempre quedarán cosas por hacer, sea por falta de medios, por ausencia de coraje o porque Dios no lo permitió. En cuanto a los proyectos, tenemos una gran cantidad de éxitos ya grabados con músicos distinguidos en colaboración, y que pronto se van a conocer.